21 agosto 2008

Vuelta (Una Historia de Agosto III)

Encuentro unos minúsculos granos de arena en la comisura de los labios del libro que ando leyendo desde hace unos quince días; ese que se coge para un ratito y termina durando toda una vida, porque pasa a ser nuestro para siempre. Sonrío e intento adivinar de dónde habrán caído y si por un casual conocen dónde están...El Golfo Norte, Biarritz, Noja...las playas blancas y azules del mediterráneo...queda un poco lejos el mar...inmenso el mar, profundo, como unos ojos que conozco, pero cerca su sabor salado, la suavidad de los paisajes, los atardeceres y brisas en la piel, noches cálidas de estrellas y silencios, las callejuelas empedradas, las miles de fotos y sonrisas, el vello encrespado, los besos volanderos, las canciones anónimas...andamos de vuelta, en ese pequeño y maravilloso milagro que es vivir con ELLA cada día...soñamos de nuevo.


5 comentarios:

Raquel Povar dijo...

Qué bonito, qué abrumadoramente dulce e intenso, lo he sentido muy cerca,muy mío.

Me ha encantado.

Raúl dijo...

La "dura" contienda que supone todo comienzo. Me gustó la evocación hecha a partir de los granos de arena.
Buen relato.

Tana dijo...

Me encanta verte así, Max, tan, tan..., bueno, tú ya me entiendes. Sí que me debes mail, tranquilo, sé que estás bien y eso es lo importante. Cualquier día encontraré una sorpresa en mi bandeja de entrada y lo disfrutaré de lo lindo. Tienes mucho atrasado que contar y se te está acumulando ^^ Sigo atentamente tus relatos del verano. Un besote!!!

Atticus dijo...

¡Guau!
¡Hermosísimo!
Un abrazo
Atticus

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

¡Me encanta!